En el modelo industrial de pesca, los animales marinos no son considerados seres vivos, sino «toneladas de recursos». Esta lógica invisibiliza su sufrimiento y contribuye al colapso de los ecosistemas. Con esta campaña buscamos visibilizar que cada pez, cada crustáceo, cada molusco es un individuo con capacidad de sentir. Es momento de replantear la forma en que nos relacionamos con los océanos.
Objetivos
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Cambiar la forma en que los animales marinos son representados en las políticas públicas.
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Fomentar regulaciones que reconozcan su sintiencia.
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Promover una alimentación libre de animales marinos.
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Denunciar las consecuencias éticas y ecológicas del modelo extractivista actual.